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jueves, 30 de junio de 2016


POR COMPLETO

No debí pasear
entre girasoles
si ya no podía escuchar
las notas del silencio

No debí creer
que la voz callada
no afecta
a su esplendor amarillento

Que ridículo el que cree
que la palabra que no rebota
sobre la piel incendiada
es una jugarreta
que carece de importancia

Como duele el alma
cuando por fascículos
se compra
Cuando a un loco sentimiento
se añade el suspiro
que pacifica
al dia siguiente

La ternura y la pasión
son fuego y gasolina
de la misma fogata
Y qué dichosa el alma
que las auna

(José M. Huete Garcia, Junio 2016)

D.A.R.

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