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viernes, 21 de marzo de 2014


MELANCÓLICA DUDA

Como el aroma pegajoso
de las viejas mansiones,
pobladas del silencio
de los recuerdos,
que caminan somnolientos
hacia el olvido,
como ese moho de la memoria,
que gravita en sutiles círculos,
colocando acentos
en las cosas, que antes
no fueron importantes,
que en el aire se diluían
sin pertenecer a nadie,
así es esta soledad
que invade cada rincón
de mi pensamiento,
angustioso miedo
de no saber
antes de acabarse el tiempo,
si alguna vez fui de alguien,
si alguna lágrima
me llorará en silencio,
me añorará…
cuando marche.

(José M. Huete García, Enero 2014)

D.A.R.

jueves, 20 de marzo de 2014

DESNUDAS PALABRAS

Quisiera apoderarme de esas palabras,
que tan desnudas quedan
después de la pasión y sus refriegas,
las que quedan apátridas de gramática.

Quisiera escribir un poema tan sucinto,
tan desnudo de colores, aromas, sabores…
solo con la raíz del sentimiento
arraigado en tierra fértil de esperanza.

Quisiera que mi mano no temblara,
cuando haya de desangrar el corazón
para liberarlo de toda hojarasca,
para mostrarte la pureza de mi dolor.

Quisiera que mi voz no se apagara,
cuando sobre la tersura de tu piel
haya de grabar en corcheas el gemido,
de esta nostalgia que me desgarra.

Quisiera que cada verso fuera una flor
recién arrancada de la nada,
que en cada poema se encerrara
toda la belleza que aún queda inmaculada.

(José M. Huete García. Marzo 2014)

D.A.R.

miércoles, 19 de marzo de 2014

AMANECER

Fue cuando bajo tus parpados
marcaba el alba su hora,
cuando en el arpa de tus pestañas
la brisa hacía sonar sus notas,
y un beso arrullaba en tu boca.

Aún quedaban restos de luna
y sus escabrosidades de nácar
en las esquinas de la nostalgia,
aun quedaba quebrados cristales
de la noche y sus patrañas.

A mi llanto ya no le quedaba
un hilván sujetando la cordura,
ni a mi soledad un rincón
donde esconder su desnudez
carente ya de botonaduras.

Fue en ese instante mágico,
que como gotas de rocío
te posaste en los rojos claveles,
que en mi pecho herido
se amustiaban toda locura.

Brotaron mil girasoles encendidos
en los jardines del alba,
se vistieron los cielos
de azules con cenefas blancas,
y, ya, armonía fue toda palabra.

(José M. Huete García, Marzo 2014)

D.A.R.

martes, 18 de marzo de 2014

POR EL MISMO CAMINO

Hace ya tanto tiempo
que caminamos al unísono,
tantos siglos
que nuestros pasos
siguen la misma sombra.

Tanto tiempo aferrados
a un equipaje repleto
de la fe aún intacta,
de la credulidad del niño
que no sabe de fantasmas.

Tanto tiempo sin hallar
esa esquina,
ese recodo del camino
donde esperarnos
abandonados al destino.

Tantos pasos perdidos,
tanta huella dejadas
al azar, de que los sueños
tengan mas consistencia
que la realidad descreída.

Tanta vida sin apellidos,
tanto latidos gastados
antes de poderlos nombrar,
tanto ir restado
antes de iniciar la partida.

No sé si alguna vez,
en algún lugar,
seremos hojas secas
del mismo árbol
del mismo viento otoñal,

no sé si escribiremos a la vez
ese epitafio que diga,
que en la piel de ambos
esculpimos la ausencia
para poder respirarnos.

no sé si es que lo eterno
son jirones de sueños,
si retales que se cosen de noche
con sumo cuidado,
y el día los mancha de barro.

¡No sé si, acaso,
es que no por amarnos,
dejaremos de soñarnos!.

(José M. Huete García. Marzo 2014)

D.A.R.
OBLIGADO SILENCIO

Sé que no debo caminar
solo,
con los pies descalzos,
con el único equipaje
de mi piel recosida de ausencias,
hilvanada con palabras
anhelantes de poesía.

Se que hay abismos,
que aguardan tras cada esquina
de esas calles circunspectas,
donde cada latido
es agonía,
donde sentir es anécdota
en un curriculum sin sentido.

Sé que si no siento
la calidez de tu mano en la mía,
es tormento cada verso,
un suplicio cada sentimiento,
que en suplica se transforma
para no ser poema inédito,
simple modulación del silencio.

No hay paz anunciada,
ni un tiempo diferente,
para el árbol solitario,
que pausado entrega al viento
su última hoja,
antes de ser sombra
en la secuencia de la memoria..

(José M. Huete García. Enero 2014)

D.A.R.

domingo, 16 de marzo de 2014

PRELUDIO DE PRIMAVERA

Presiento el aroma del azahar
y el almendro.
La blancura de la nieve
refugiándose en flor de cerezo.
La presumida margarita
eligiendo primaveral vestimenta
entre blanco o amarillento.

Presiento inquietos abrazos de brisa
en la cintura del abeto.
Requiebros de lluvia
sonrojando la timidez del majuelo.
La húmeda entrega de la boca de la tierra
desinhibiendo al río
de su invernal silencio

Presiento al pertinaz estornino
llenando de algarabía
las ociosas sombras del bosque.
Los garabatos que la golondrina
escriben alegres en el azul pergamino.
La aguzada pirueta del halcón
acechando la correría del ratoncillo.

Presiento que se renueva
el bullicioso recorrido de mi sangre.
El deshielo de la catarata
donde quedó atrapada mi palabra,
cuando mi voz era congoja
en los helados adioses del invierno,
en la aterida espera de lo incierto.

Presiento como en tu piel se abren
miriadas de jazmines en renuevo.
Como se llenan tus surcos
campos de trigales de grano plenos.
Como se anuncia de amapolas
el néctar que la abeja labora,
para que renazca borracho de tus besos.

(José M. Huete García. Marzó 2014)

D.A.R.