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sábado, 15 de marzo de 2014

DESNUDO DE TI

Esta mañana
siento sobre los párpados
el peso de la noche,
y en el alma,
la inútil costumbre
de recontar soledades.

Me pregunto,
con la sinceridad
a que obliga la evidencia
de mi carne marchita,
si ya para siempre
quedó mi sangre adormecida.

Si es por añorar tu manos
diligentes y atrevidas,
que con gritos de deseo
he de acallar mi silencio,
si he de amortajar mi piel
de eterna melancolía.

(José M. Huete García. Enero 2014)
D.A.R




LA MUERTE DEL ALMA



Tantos años perdidos ...
Disecados con paciencia de entomólogo, Cubiertos de piedra gris,
Escritos sin matices en cualquier cuaderno,
En cualquier guía para no ir,
Para no volver ...

Para perderse en caminos sin retorno,
Para no sentir ...
Para morir poco a poco,
Incinerando los sueños
En rescoldos de nada ...

Posponiendo mañanas,
Aceptando los vacíos del hoy,
Con músicas sin letra, Uniformes  latidos simétricos ...

Y despertar en el mismo río plácido,
De sabor metálico ...
Y los mismos soles apagados,
Y las mismas lunas cegadas,
Ignoradas ...

jTanto vivir la muerte del alma!

(José M. Huete García. Julio2010)

D.A.R.

jueves, 13 de marzo de 2014

UN DESNUDO SUSPIRO

Para que sepas
lo que por ti siento
desmitifico el valor de la palabra
aligero de peso
los acentos
reduzco a cero
el equilibrio del verso

me desnudo de hipérboles
metáforas
de toda sacralizada
genuflexión ante el verbo
y sin permiso
hago que sientas en tu piel
la desnudez de mis besos.

entro a sangre y fuego
en lo mas oculto
de tu sentimiento
y lo despojo con apremio
de todo adorno y reflejo
para dejar un te quiero
suspirando en tu sexo.

Como elegante vicisitud
quiero que me tengas
sin buscar recovecos
en el asiduo lenguaje
solo el estremecimiento
que permite a la virtud
refugiarse en el silencio.

(José M. Huete García. Marzo 2014)

D.A.R.



PEQUEÑAS HUELLAS

Porque eres la única brisa,
que cuanto mas suave es,
mas rápido enciende en mi alma
el recuerdo que  aviva
los rescoldos de primaveras,
que ya estaban dormidas.

Porque eres la única lluvia,
que cuanto mas fina es,
mas profundo me cala,
y humedece mis esperas,
que como desiertos de arena
se desmenuzan en incertezas

Porque eres el único fuego,
que cuanto mas lento se enciende,
mas fuerte me abrasa su llama,
y antes cobija entre cenizas
hasta la última hoja seca
que el deseo me reclama.

Porque eres ese palmo de tierra,
que cuanto mas nimio es,
mas hondo encuentro
mis raíces mas ignotas,
la melancólica pasión de sabernos
y eternos no podernos tener.

Son pequeñas las huellas
de esos instantes tan sagrados
de los sueños inadecuados,
pero tan grande el vértigo
de sentir a un paso el abismo
de morir sin vivirlos.

Si ha de ser nuestra pasión
un soplo de tiempo,
el sueño de una gota de lluvia
en frío invierno,
que cada gramo de sentimiento
tenga el peso del recuerdo.

(José M. Huete García. Enero 2014)

D.A.R.

martes, 11 de marzo de 2014

LA SUAVE EPIDERMIS DE UN SUEÑO

Me gusta escapar
por la rendijas luminosas de la noche
con el alma peregrina.
Escuchar el pulso de las estrellas
con ese eterno vaivén del mar,
que el silencio no mitiga.

Galopar por las explanadas
pentagramas de salvajes flores,
las que en cada pétalo
tienen sones con tu nombre.
Ser esa banal chicharra
que perezosa te hace guitarra.

Me gusta llenar mi cántaro
con la sonrisa de sol de tus ojos,
que nunca se espantaron
por amar candencias en invierno,
por consumir las primaveras
hasta la misma raíz del ensueño..

Me gusta ver llegar el ocaso
sujeto a las bridas de ese tormento,
que se hace acuoso en tus labios.
Penetrar por las grietas estrechas
de tu mas oscuro misterio,
y volver a ser sombra en pecado.

No hay caminos en el tiempo,
ni senderos al abrigo del viento,
que impidan a un sueño
ser a la vez cielo e infierno,
cuando en la virtud del deseo
se deja hacer prisionero.

No vuelve a haber reposo,
para mi alma que se entrega
sin dejar guardián de su sombra,
no hay escondrijo que la cobije
cuando generosa se inmola
en la dulce epidermis de sus sueños.

(José M. Huete García. Marzo 2014)

(D.A.R.)

lunes, 10 de marzo de 2014

TRANSIGENCIA

Duerme mi corazón cansado,
acuna sus obsoletas iras
en el manso arrullo
del otoño macerado
entre agitadas caricias de luna,
y la recia lágrima de un saxo

Supo de la solitaria espera
que trae cada Primavera,
del errático desasosiego
del río recién parido de lluvia,
que lleva su agua inocente
a la trasgresión de la espuma.

Supo de los sueño urdidos
por prometeos falsificados
traficantes de fuegos fatuos,
de la falsa placidez
de las playas de Ítaca
donde Penélope teje el ayer.

Supo de la cruel ignominia
de saciar su sed
en el vaso roto,
que derrama el vino sobrante,
de apaciguar su hambre
con los restos del ágape.

Supo de la locura proscrita
por los guardianes
del “santa santorum”
de la pandemia de cordura,
que se receta
como obligada anestesia

Supo de la rebelde amapola,
que libre germina
en los surcos airados de la piel,
que siendo tan humilde
a ella se rinde en homenaje
el incrédulo amante infiel.

Supo de la tristeza del poeta
urgido en su silencio
de versos que revientan,
y de la palabra que se niega
a liberarle del tormento
de la fugacidad del sentimiento

Siente que ya no hay
mas victoria, que dilucidar,
si es transigencia rendirse
a la victoria del tiempo,
o es la única derrota
que ya no podrá evitar.

Y mientras, al alba,
te siente llamar a su puerta,
cansada de otros pasos
con otras lágrimas prendidas,
y sabe que es intransigente
el candor de tus mejillas.

(José M. Huete García. Febrero 2014)
D.A.R