AÑORANZA

Tengo un vaso de vino en las manos

Y tu recuerdo

Doliéndome en el costado,

No sé si beberlo de un trago

O sobre la mesa derramarlo.

De tu nombre tengo llenos los labios,

De tus ojos un vacío en los míos,

De tus manos una huella petrificada,

Un gélido manto de rocío

Desde qe mi piel abandonaron.

Ya no me quedan cuentas en el rosario

Para llorarte despacio,

Ni ojales con que abrochar el tiempo

Para que su caminar sea mas lento

Cuando te hilvano en mi silencio.

He encontrado una estación perdida

Donde todo rail termina,

Donde solo llega un pasajero,

Este alma que alarga eterna su espera

Bajo un vetusto reloj estropeado.

(José M. Huete García. Mayo 2013)

D.A.R.

PROFUNDO VACÍO

Pudiera ser,

Que cuando una estrella cae

No hay suelo que la sujete

Que cuando un abismo se abre

No haya corazón

Que tanto vértigo aguante.

No sabría decir

Si ese ramillete

Que al alba recogí

Es de luceros caídos,

O es que mis manos midieron

La profundidad de un sueño.

Tengo u hueco el alma

Siempre desguarnecido,

Está vacío por dentro

Y si por fuera lo miras

Aún hallarás hojas secas

Que fueron flores de almendro.

Ya no quedan nostalgias

Para llenar las noches

De un mar de lágrimas,

Queda una soledad

Tan bien enraizada

Que hasta la lluvia la resucita.

Ya nunca estarás

Para sellar con besos mi boca,

Para cauterizar mis llagas

Con el fundido deseo

De tu sexo,

Para morir antes de tiempo.

(José M. Huete García. Mayo 2013)

D.A.R.

TUS OJOS

No se que tienen tus ojos

Que me atormentan,

Me subyugan,

Me atrapan

Es un fuego que al mismo tiempo

Me abrasa

Y me calma,

Es como beberse la noche

Burbujeante de estrellas,

Y amanecer con la boca llena

Del vacuo sabor

De un agujero negro,

Es como parar el tiempo

Entre tus pestañas,

Y dejar que un mar

De luminosas sombras

Te arrastre entre sus olas.

Cuando me miras

Siento como me consumo

En tu hoguera,

Como me hago tan pequeño

Que solo soy una pavesa

Flotando en el viento.

Ya nunca estaré despierto,

No sabría decir

Si tus ojos son un sortilegio

O es que en ti estoy naciendo.

(José M. Huete García. Mayo 2013)

D.A.R.

SI, CREO EN EL AMOR

Rompí los platos de porcelana,

Las copas de Bohemia,

Los candelabros de plata,

Las mantelerías de hilo,

Las sabanas de seda,

Y borré esa sonrisa de tu cara

Que te hacía de cerámica.

Me emborraché mil veces

Hasta caer rendido

En la boca de una cloaca.

Forniqué con las sirenas

Desnudos en la playa,

Con La Luna y las estrellas

Desde la madrugada hasta el alba.

Destrocé libros de cánones,

Carnets y banderas,

Garantías y certificados

De buena o mala conducta,

Las páginas de la memoria,

Frontispicio y epitafios

Con sus hipócritas letras.

Negué que existieran ángeles

Negros o blancos,

Que el cielo fuera para los buenos,

El infierno  para los malos,

Que se perdonaran  los pecados,

Que el placer fuera inhumano

Que fueran puros los nardos.

Y ahora,

Que de la fe queda el tuétano,

De la esperanza

Una estación vacía

Que solo anuncia retrasos,

Encuentro acogedoras tus manos.

Ardientes tus labios

Y ya no se de qué apostato.

(José M. Huete García. Mayo 2013)

D.A.R.

PARA TI, DESDE MI SILENCIO

Eres tu

La que encuentra el Norte

En mi rosa de los vientos,

La que sabe de oasis

En el árido desierto

De mis lamentos.

Eres tu,

La que dibuja

Cabalísticos signos de lujuria

En la cansada espalda

De mi sombra

Olvidada del fuego.

Eres tu,

La que halla

Manantiales de deseo

En las grietas de sauce

Al que hasta las lágrimas

Robó el tiempo.

Eres tu,

La sangre nueva

Que camina por mis venas,

La que se hizo dueña

De la agónica herida

De mis adentros.

Eres tu,

El mástil enhiesto

De mi cordura,

El espantapájaros

Que ahuyenta mi locura

Y sus ojos negros.

Eres tu

El último verso

Que le quedaba por escribir

A mi sentimiento,

Que sin miedo

dejara gritar a mi silencio.

(José M. Huete García. Mayo 2013)

D.A.R.

PLENILUNIO

Tengo la retina de los recuerdos

Abarrotada de colores,

Abrasada de vivas llamas de soles,

De arco iris trenzados de flores,

Humedecida de lágrimas negras

De solitarias noches.

Tengo el alma atravesada de voces,

Parecen tus palabras

Sinfonía de violines

Cuando afirmas que me quieres,

La oscura armonía de los oboes

Cuando tus labios no me reconocen.

No soy el dueño de mis espejos

Ni de mis horizontes interiores,

Soy esclavo de los reflejos

Que a mi te devuelven

Próximo quebranto de cristales

O lejana ráfaga de viento.

En plenilunio

Se esconden las estrellas

A la rapiña de ojos avizores,

No brilla mas luz

Que en las pupilas se concentra

Es la que ilumina sombras a ciegas.

(José M. Huete García, Abril 2013)

D.A.R.

NAVEGO TRAS TUS HUELLAS

Qué cruel es el alba

Cuando con rayos dorados

Enlaza tu cintura

Y te lleva

En esa calesa

De la luz diurna.

Todo sucede despacio

Con los pasos marcados

A fuego en la encina

En el pétalo del nardo

En el clavel enardecido

En el drago avejentado.

La distancia se alarga

Hasta romper el linde

Que marca el horizonte

Tu ausencia

Parece infinita

Cuando llegas el ocaso.

Fleto un escuadra

De barquitos de papel

Para seguirte

Aupado en espuma salina

Que tanto sabe

De orillas al otro lado.

(José M. Huete García. Abril 2013)

D.A.R

VERANO DEL 62

Te busco sin pausa

Afanosamente.

Necesito saber

Que aún estas presente

Que aún sientes

Que todo te pertenece.

Vuelvo a aquellas calles

Empedradas

Del balbuceo de un pasado

Antiguo

Declamado en versos

De cigüeña y campanario.

Al silencio de soles

Adosados a paredes

De mansedumbre perenne

Entrecejos precavidos

Asomando solemnes

Sobre sudorosos claveles.

Al enjuto  puente

De viandante

Y pollino reticente

Ensamblados pedernales

Descansando de pie

Sobre agua destilada de nieve.

A los vetustos zarzales

Enhebrados en olivares

De frutos que ponen

Miel entre los labios

Y polvo caminante

Entre los dientes.

A la sombra prudente

Del pino desgarbado

Amparo de los besos

Con aroma de resina

Perlas ambarinas

Que mueren en Septiembre.

Te encuentro

Te abrazo

Te reconozco

Siento tu pálpito

Tiempo incorrupto

De adolescente sonriente.

(José M. Huete García. Abril 2013)

D.A.R.

UNIFICADO

En ese caballo del tiempo

Alado

Indomable

Cabalgo como viento

Dejando en las copas verdes

De los árboles

Arpegios mágicos

De ancestrales sueños.

Me resumo en una mirada

Con ojos de nubes

Con labios húmedos

De lluvia

Con dedos de brisa

Poniendo amarillo en las espigas

Con arterias rugientes

De voces salinas.

Como separar palabra y silencio

Encerrar el misterio entre velos

Si bajo un mismo cielo

Se cobija la eterna paciencia

De las estrellas

La incombustible fe del fuego

Y la cotidiana sabiduría

De la hormiga.

(José M. Huete Garcia. Abri 2013)

D.A.R.

SER DEL AIRE

En la pubertad de las flores,

En albas aún de azahares

En el voluntarioso vuelo del polen.

Quise quedarme

Suspendido en el aire.

Abandonarme al sumo goce

Del acariciante susurro

De sus alas transparentes,

Sentir el roce de la intemperie

Libre de límites ni bordes.

Seducir a una estrella virgen

Recorrer el cielo de su mano,

Enamorarme de un lucero trise

Que me cuente

Si vivir a ciegas es posible.

Fecundar de gramíneas los campos

Salpicar de golondrinas las nubes,

Llenar de lluvia el océano,

Acompañar a una cigarra

En su libertario canto.

¡Tantas cosa me fueron negadas

Por nacer en cuna

Al tiempo contado!

(José M. Huete García. Mayo 2013)

D.A.R.