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sábado, 22 de diciembre de 2012

DESNUDO Y MENDIGO

Me pregunto tantas veces
Si el amor tiene normas no escritas
Que se han de respetar
Aunque la pasión cruja en el alma,
Si es la clave del arco
Que aúna toda circunstancia,
Si cuando el sentimiento se desgarra
Tienen abecedario las lágrimas
O es libre como el humo tras la llama.

Me pregunto si acaso es un nido
Donde se refugia el águila solitaria
En lo mas alto de la cima
El permanente refugio de su nidada,
Si es el de la primaveral golondrina
Que juguetea en la bandada
Y despreocupada  lo intercambia,
O si solo es el camino
Que me lleva hasta mi casa.

Llevo cansancio cargado a mi espalda
El equipaje de la duda me doblega
La espera pone peso a mis sandalias,
La fe es un incrédulo murmullo
Que acorta mis zancadas
No hay manantiales de miel
Ni sombra en los bodes del camino,
Es la esperanza la que puro me denuda
Y de tu piel me hace mendigo.

¡Cuánto desasosiego aun veré
Cuando tristes mueren las estrellas,
Cuanta melancolía en el trayecto
Entre mi mente y el corazón abierto!

(José M. Huete García. Diciembre 2012)
DUALIDAD

Mi pensamiento traza surcos en el aire
Sementera de raíces y matorrales,
Sed de agua tienta el pedregal
Es de barro el pedestal de los dioses ancestrales.

Remolinos de silencios en equilibrio
Entre la palabra aprisionada en melifluos algodones
Y la ira que explaya su exabrupto
Cuando se pierde la verdad en los rincones.

Atesoran los sentidos la memoria exacerbada
Por rituales de viejas raigambres
Moho y patina que a las quimeras se adhieren.
Sortilegios de la magia venerada en anaqueles.

Y el sentimiento se hace furia incontenible
Viento sin dintel que lo enmarque
Torrencial vestigio en las paredes del tiempo
Herradura que calza de huellas los sueños.

Y allá al fondo del corredor en penumbra
Eres la luz que se enciende y apaga
Sn atenerse a circunstancia
Dubitativa luciérnaga que me arrulla
Y me espanta.

(José M. Huete García. Diciembre 2012)

jueves, 20 de diciembre de 2012

GUERRA Y PAZ

Confieso que te amo
Y en este mismo instante
Declaro la guerra
A mi huidizo sentimiento
A los limites anestesiados
De mi pensamiento,
A toda dimensión de lo posible
A esa fe en lo estable
A ese amago inestable
Que solo es mera profilaxis.

Batallaré contra la roca fuerte
De toda dimensión imputable
A esa distancia tan elástica
En la que unas veces estás tan lejana
Como el horizonte
Y otras abres de par en par mis entrañas,
A ese tiempo inobjetable
Que hace imprudente la espera
Y llena de prudencia la esperanza
Que he de detener
Para saber si te he tenido
Si te tengo
O si he de tenerte.

Y será eterna la batalla
Sin rúbricas, pies de página
Ni acotaciones al margen
Que la certeza es un lujo
En toda lucha sin cuartel
Que no hay mas arma invencible
Que la duda en la faltriquera
Y la osadía como espada.

¡Que grande es esta guerra
Para dos almas imperfectas
Qué refriega tan pequeña
Para un destino  en ambas acuciante!

(José M. Huete García. Diciembre 2012)

martes, 18 de diciembre de 2012

DESPEJANDO INCÓGNITAS

En su ojo dorado marcaba su centro el día,
Brillante, ardiente,
Enfebrecido de soles.
La brújula en eterna quietud
Señalaba el Norte,
El viento callaba en un lenguaje inmóvil
Esperaba que un pincel de hebras de seda
Dibujara en la incógnita de tu piel
El jeroglífico de tu nombre
Hecho de cadencia de palmera y goce.

Eras la misteriosa gaviota blanca
Que de mis soledades roba
Su alimento de la noche,
La pícaro gata de un lucero enamorada
Que con su procaz maullido
Pone sordina a mis tristezas,
Eres la sombreada silueta de una mariposa
Que aletea en mis pestañas
Aventando hasta mi última lágrima,
Eres el puro aroma a hembra de la tierra.

Entre tus labios me hago agua dulce,
Entre tus dedos se diluyen mis esperas,
En tus pechos culmino cimas de eternidades,
En tu vientre bendigo la paz del caminante
Y entre tus muslos descubro
Que no es cavernas donde se oculta el éxtasis,
Que es en el bullicio de las palabras
Que son burbujas en los cauces de tu sangre
Donde antes, durante y después de un “te amo”
Es donde se agota el caudal de todas las fuentes.

(José M. Huete García, Diciembre 2012)

lunes, 17 de diciembre de 2012

EL SÉPTIMO SELLO

Fue un tiempo enajenado
Llevaba consigo la dimensión de la locura
La oculta memoria de la distancia
Necesaria para mirar a la verdad
Cara a cara
Se rompió el séptimo sello
Ella sonreía en el hueco vació de su mirada
La suerte de la partida estaba echada
Que mas daba el tiempo
Que el viejo guerrero cansado implorara.


Lo que tus ojos enceguecían
Era un holograma descarnado
Una realidad inexistente e insumisa
Aturdía tus sentidos
Percibías el vuelo del pequeño gorrión asustado
Cuando el reflejo des espejo era convexo
Y tus ojos lloraban desde tu nido repleto
Tus lágrimas tenían el dulce sabor de la magia
Y sentías el vértigo incontrolado
De sentirte desnuda y entregada
Cuando el reflejo era el del miedo cóncavo
Y con su nariz roja
Su lacrimal dibujado de negro
Y su boca manchada de una burlona mueca
El payaso saltaba el muro
Y con saña te poseía
Mientras todo el fuego del infierno
Manaba de tu sexo
Y los sueños se desintegraban.

Recojo uno a uno
Los cristales rotos del espejo
Y con paciencia infinita los voy pegando
Sé que solo en su reflejo serás mía
Que no encontraré la cordura
Antes de que se lacre otra vez el septimo sello.

(José M. Huete García. Diciembre 2012)

domingo, 16 de diciembre de 2012

UN HUECO VACÍO E EL ALMA

Está triste el parque
Ya no pueblan bicicletas el verano
Ni en manos de los niños
Rueda amaestrado el aro.

Ya no trinan los jilgueros
Ni cantan los ruiseñores
Ni sonríen los rosales
Gozosos de mostrar su colores.

Ya no se pueblan los bancos
Que en la penumbra se esconden
De amores cogidos de la mano
Ocultando deseos insomnes.

Ya no salta cantarina el agua
Desbordando de risas la fuentes
Cuando un barquito de papel
En ella irremediable se hunde.

Está triste mi ciudad
Se secó la vida en sus calles
Un manto pétreo y gris
La llenó de un metálico enjambre.

Ya no encuentran las huellas
De los sueños arrebolados
Los de mis pies caminantes
Que paso a paso la dibujaron.

¡Mi ciudad es una cuartilla en blanco
De los versos solo queda la piel
Ya nadie la escribe con los pies
Ni con el corazón en la mano.

(José M. Huete García. Diciembre 2012)
DESPEDIDA
(De mi libro Passion-Ata. Nueva versión)

Qué inicua es la cordura
Si deja un muñón gélido
Donde crepitaba el fuego
De un amor hecho locura.

Cuan grande la herida del tiempo
Si se mide la distancia
En la que quedó la pasión
Que se apagó en un mal viento.

Qué traicionero el Invierno
Que a mis ojos arrebató el color
Azul de tu mirada
Haciendo del misterio tedio.

Qué cruel el trueno
Que tus palabras hace cristales rotos
Clavos en mi entrañas
Lo que era dulce desenfreno.

Qué soledades me quedan
Para acunar en las noches
Tanto deseo adormecido
Tanto fuego sin hoguera.

Oigo como se cierra la puerta
Unos pasos que acallan
Ese adiós que se te escapó
De tus labios una huella.

Una llave gira y encierra
Un corazón que enloquece
Prisionero para siempre
Entre recuerdos que son rejas.

Del ventanal alzo el cierre
Aritos te pido que vuelvas
Mas solo un silencio de lluvia
Como lágrima se pierde.

(José M. Huete García. Febrero 2012)
EN EL REVERSO DEL DESTINO

No es dolor ni miedo lo que siento
Cuando esta soledad inquietante
Es clandestino invasor de mi silencio,
Y se aturden los sentidos
En una quietud paralizante,
Y se ahoga el sentimiento
En un mar de ignorados puertos.

El tiempo adquiere ese tono
De crepuscular trámite
Para justificar
Esa incerteza del destino
Del que los dioses
Guardaron la llave
Hasta que el azar de la muerte
Fijara el instante
En que ya solo queda el abismo
Donde el sentimiento
Se derrama en un inmenso vacío.

Y no hay quimera
Ni bandera al viento
Ni recio armamento
Para ganar esta batalla
En que en un instante
Todo se gana o se pierde,
Que cuando un abismo se abre
Otro se cierra,
En que todo vale
Para ponerle cara a lo sueños.

(José M. Huete García, Octubre 2011)