Seguidores

viernes, 7 de septiembre de 2012

PASIÓN Y TRAGEDIA

Enmudecen las sombras,

coro y contrapunto,

en el trágico lamento

de mis miedos mas profundos.

Miedo a no encontrar mis rastro

en el festivo desafío

de lo fugaz, e incierto,

a las pétreas formas de lo establecido.

A no saber si esto que por ti siento

es efímera desmedida del sentimiento,

sutil reflejo de modulada belleza,

o palpitación del deseo mas abyecto.

Miedo a que ese parpadeo de tu mirada

que fulge en pétalos de ibisco,

mientras la tarde, en lento adiós,se despide,

solo sea ilusoria apreciación de poeta enloquecido.

Miedo, a que esta dualidad,

de lo que soy y lo que sueño,

del ahora que estremece mi carne

cuando en halo de pasion me besas,

de que el sabor de tu boca

solo sea pudorosa reminiscencia

de la memoria sin mancha.

Miedo a saber que desgarrarme

en esas dos mitades

que a la locura me asoman,

es el obligado camino

de lo eterno y su abismo

en el que se consuma el tiempo.

(José Manuel Huete García, septiembre 2012)
DESPERTAR

Asoma el día en amarillentos brotes,

despacio, como si tuviera miedo

de interrumpir el lánguido desperezar

de las adormecidas flores,

y una brisa tibia y salitre

aquieta las lacerantes sombras

que pueblan mis horas sin luces.

Despierta el alma aún humedecida

de tanta lluvia de nostalgia,

de tanta lágrima despeñada

desde mis mejillas,

hasta ese costado de la almohada

donde una vez,

de un mar de pasión la llenaste.

Alza su voz la gaviota,

sobre el murmullo turquesa

de las olas que hablan

palabras de espuma blanca.

y una sirena que lloró demasiadas ausencias,

en la playa ha quedado varada,

es triste melodía su lamento,

y en

(José M. Huete García, Septiembre 2012)

su cabellera peina penas doradas.

Invoco al Sol y al fuego de su magia

para que una llamarada del nuevo día,

calcine ese incoloro manto

que en ausencias bordó la noche,

y el horizonte, pleno de luz

esculpa tu nombre.

(Jose M, Huete Garcia, Noviembre2011)
VERSOS LIBRES

(De mi libro PASSIONATA)

Quisiera ser esa brisa paciente

que no hiere,

ese susurro inagotable del tiempo

que no duele,

llegar con mi intacta inocencia

hasta tu vientre.

Y alli,

donde todo toma forma

y se hace presente,

pintar con mis dedos

en el aire que entibia

tu frente,

ese trazo indeleble,

con que la belleza viste,

lo que vive para siempre.

Quisiera tener entre mis labios

esas palabras libres,

sin acentos,

sin puntos ni comas,

olvidar los adjetivos,

conjugar sin pasados,

darle el vuelo de la golondrina,

a lo que mi alma siente,

Es la palabra prisionera

arma de dstruccion masiva...

¡Más que la propia muerte!

(José M .Huete García. Abril 2012)
CANSANCIO

Estoy cansado.

de pisar mis propios pasos,

inevitablemente.

maldiciendo mi suerte,

cuando quiero huir

atropellando los instantes,

de esa soledad que me abraza

y me va matando.

Estoy cansado.

de estos sueños tan fugaces.

que sin remedio,

entre mis dedos

se hacen areinisca,

impotentes,

para elevar su vuelo

hasta la cima de tus labios.

Estoy cansado,

de esta agotadora búsqueda.

de ese lugar tan recóndito,

donde reposa el llanto,

donde calla el lamento,

donde la luz no tiene sombra,

donde amarte,

no es coronarme de espinas.

Estoy cansado.

de quedarme quieto,

bajo tan pesado equipaje,

porque la desnudez,

es osadía de los valientes,

y el miedo a equivocar el camino.

una soga axfisiante,

que mata lentamente.

Estoy cansado,

de llegar a tu lado,

y cuando llego...

ya solo esres un vestigio.

(José M. Huete García, Septiembre 2012)
DIME TU...

Si la palabra hiere,

si el pensamiento duele,

si el sentimiento muere...

Dime tu, amor,

que he de ser para amarte,

que he de hacer para que me ames.

Si he de ser solo una nota del pentagrama

de una vieja melodía,

si, apenas, un trazo en el cielo,

si, apenas, un suspiro que se escapa,

si, apenas, una lágrima en la lluvia,

si, solo, una gota de espuma.

que la brisa arrastra a morir en tu playa.

Dime tu, amor,

que he de ser para amarte,

que he de hacer paa que me ames...

Si he de ser hielo derretido,

en la hoguera de tus caprichos,

si he ser hierro fundido,

cuando me abraso en tus labios.

Dime, amor,

si he de dejar de ser yo mismo,

si quieres sentir cunado me abraces,

el hueco latido de la nada,

el eco de ese sentimiento

que se deshojó en soledades.

Dime tu,

que he de ser para amarte.

o, quizas,

si he de no ser

para que me ames..

(José M. Huete García, Septiembre 2012)
ENREDADERA

No es estravagancia de mis sueños,

simo palpable vértigo,

lo que siento,

cuando te aproxims tanto,

te haces enredadera en mi silencio,

y penetras por esa grieta

en que mi soledad abre puertas,

donde aun quedan lágrimas

que horadan la fria piedra

en que cristaliza mi llanto.

y te haces luz en este claustro,

donde mis pasos

son paenas trazos,

donde mis recuerdos

son borbotones de la vieja fuente,

y brisa en el naranjo.

Y muy despacio,

de mi savia bebes hasta el útimo trago...

Y te quedas.

(José M. Huete García, Diciembre 2010)
UNA ESTACIÓN VACÍA

Con el pie en el estribo

de este último tren,

que me llevará sin remedio,

a ese lugar de nombre tan corto

y memoria infinita.

o, de nombre tan largo

y de memoria tan corta,

mientras se suceden ante mis ojos,

los paisajes

de todas mis soledades,

en ese castigo

con que se regodea el tiempo

antes de arrancarme el último suspiro...

Miro hacía atrás.

sabiendo que lo posible

es solo cálculo de probabilidades,

asidero de la fé mas triste,

que el azar también existe,

esperando escuchar un adiós

de tus labios,

un tintineo del aire,

una lágrima escapándose

de tu mirada suplicante,

tu cuerpo ofreciéndose

como apresurado regalo

de tu lujuria renacida,

Pero, nada ocurre,

mada sucede,

el anden es solo silencio

prologado en la nada,

donde todo lo que dejo

tiene la forma de un sueño desvanecido,

donde todo lo que sucede

donde yo estuve,

seguirá sucediendo,

en ese sacrificio expiatorio

al dios del tiempo,

que es la vida.

Doy el siguiente paso,

desnudo de miedos,

sin mas equipaje,

que mi denudez completa.

y una urna donde guardo las cenizas.

de mi única certeza...

La de que te amé,

la de que me amaste,

la de que todo fué locura...

¡Cuando sin ley nos amamos!

(José M. Huete Garcia, Septiembre 2012)
SENTIMIENTO

En ti,

en mi,

en nosotros,

el silencio calla

al unísono.

En la brisa,

en la lluvia,

en el relámpago,

la ausencia borra

su huella,

la presencia

modula

la voz dual

del enigma.

Una palabra,

un verso,

un poema,

esencia que vive,

en las ventanas

del alma,

en la puerta abierta,

por donde escapa

el sentimiento.

Lleno.

completo,

ahito,

en ti me sacio,

en ti soy

lo que siento.

(José M. Huete García, septiembre 2012)
SÉ AGUA, SÉ AIRE, SÉ FUEGO

Sé agua,

manantial de cristal transparente

en que se derrama tu mirada,

se fuente primigenia

de la que mi ser mana.

La lluvia dulce

que rasga el velo de las nubes grises

de mi tristeza

horada, gota a gota,

esta piedra tan pesada

que doblega mi espalda.

Sé torrente,

arrastra en tu cauce

desbordado,

la arenisca de mi llanto.

Sé aire,

agítame en viento rebelde,

rompe conmigo

los códigos de la veleta,

insufla una bocanada

de esa vida que fluye inquieta,

desde el tranquilo norte

de la certeza,

hasta ese sur indescriptible

de la incerteza.

Haz, que estas alas tan gastadas,

de águila que ya nada espera,

varada, y sin cordillera,

renazca en paloma blanca

que rompió las cadenas.

Sé fuego,

me encenderé rápido

que soy leña seca,

hojarasca de otras guerras.

Abrásame en tus besos

de racimos de cerezas,

haz de tus dedos, tizones,

que quemen mi piel entera,

consúmeme en tu deseo,

convierteme en rescoldo

donde solo la memoria queda.

Sé principio y fin,

sé el camino y la meta,

se mi vida entera.

(Jose M Huete Garcia, Julio 2010)
A CIEGAS

Qué cercano siento el latido de tu sangre.

cuando el dorso de tu mano

se hace mas suave que la brisa,

de una alborada aún incipiete,

y enjuga en mis mejillas

toda esa tristeza de rotos cristeles

que mis ojos vierten.

Qué lejana adivino

la pasión que a tu mirada

inerme me crucifica,

que entre tus pestañas,

un infinito océano

es agua que me purifica.

Que sean tus palabras

las que acorten esta lejanía,

que en sombras sin brillo

sobre mis ojos se cierne,

Pronuncia mi nombre muy despacio

como susurran al viento,

los trigales verdes,

Que cada letra en mi alma,

sea gota de lluvia

que en torrente se desborde.

No apagues en tus pupilas

el fuego de esta pasión nos enciende,

ni cambies el acento agudo de su llama,

que aunque en mis ojos solo brille

una sombra del arco iris,

no hay cielo mas profundo

que el que te ve

cuando hacia dentro te miro.

Deja que entre mis dedos

todo el bosque se incendie,

deja que en mis labios

sepan dulces las cenizas,

y en tu vientre,

mi deseo, para siempre

en mi memoria te dibuje.

Sé fuego,

sé agua,

sé viento…

¡Sé al ciento por ciento

todo lo que me queda como cierto!

(José M. Huete, mayo 2012)
BESO

En esta tarde lluviosa,

gris y alcanforada,

peregrina mi pensamiento

entre las pequeñas cosas

a las que mi mano alcanza,

acaricio la gelidez de sus contornos,

y con un susurro las nombro.



La nada me responde

en un opaco rayo de luz,

que pugna por ser en mi ventana,

y me recuerda…

que como estrella errante

me parió de su vientre,

que no hay respuesta

cuyo resplandor me ciegue,

que es tanta pregunta

que esclavizo entre barrotes,

la que mis ojos enceguece.

Y cuando llegas a mi lado

con el pálpito del día

aún latente en tus manos,

y un rayo de Sol guardado

entre los pliegues de tu alma…

Te acercas, despacio,

y posas en mis labios

la tibieza de una promesa

anidada en tu vientre.

En mi toma vida de repente

la verdad que me exculpa…

¡Que aún a la nada

Mis sueños…

No pertenecen!

(José M. Huete, mayo/2012)
MATICES DE SOLEDAD

Calla el saxo,

impotente para encontrar la nota

que exprese exactamente,

lo que siente.

No hay pentagrama que contenga

tanta nota obscena,

de un dolor que se expresa impronunciable,

que en trozos descoyuntados

se desguaza en la mente.

¡Y mientras, allá afuera,

las miradas son una madeja

de esferas indolentes!

El mar se queda vacío,

es ya solo una oquedad espeluznante

de silencios abisales,

de estrellas amortajas

entre dientes de sal

y sanguinarios corales

de sed perenne.

¡Y mientras, allá afuera…

las manos se abstienen

de cualquier pecado irreverente!

No vuela la mariposa,

la belleza de las flores le parece insultante,

con el filo mas hiriente

del quebradizo cristal del rocío,

amputó sus alas,

para volver a ser crisálida,

para siempre.

¡Y mientras, allá afuera…

se catalogan los orgasmos

como excipiente,

y se venden en botellas

de color verde elegante!

¡Y mientras, aquí adentro

se queda vacía la mente,

esperando la muerte,

esa que mata los sueños,

apresuradamente!

(José M Hete. Julio 2012)
ENSOÑACIÓN

Era ella,

La he visto pasar, altiva,

La mirada desafiante,

Dos puñales de fuego

Clavados en la espalda

De esta tibia tarde de Mayo.

Arrogantes, aún, sus pechos,

Rebosantes de ese dulce aroma

De la fruta madura,

De ese calido sabor.

Que en el paladar se añeja

De sutil impaciencia.

Cimbreantes sus caderas,

De palmera sapiente

De vientos suaves

Y agresivas tormentas,

Que la sabiduría es ceñirse

Cuando soplan con fuerza.

Un halo mágico

Me acarició con su esencia,

En las manos me dejó

Estos versos callados,

Que nunca sabrá escribí para ella.

(José Manuel Huete, Mayo/2012)
NOSTALGIA DE TI

Siento que mi alma se licúa

En gélidos cistales de lluvia

Cuando en la soledad de mi piel

Te anhela…

Y solo eres el vino que sobre la mesa

Se derrama, en la vaguedad

De un sueño imposible.

Quisiera tapar mi desnudez aterida

Con ese manto de estrellas lejanas

Donde tu eres la que mas brilla.

Quisiera escuchar la profundidad

De tus latidos, en esa caracola

Que abandonó el destino en mi playa.

Quisiera saberte surco abierto

Donde germine la simiente roja

De esta amapola que me enciende.

Mis noches se tejen de los delgados

Hilos de la nostalgia,

En ellos se sostiene,

Esta cúpula del templo

Donde en súplicas te venero,

Y en una oración callada

Tu ausencia recito

En un mantra de eternidades.

Y la oscuridad cubrirá

El silencio de mis sueños,

Hasta que el dolor supure,

Haga reventar.

Esa excrescencia del tiempo

Donde se refugia el recuerdo.

(José M. Huete, Mayo 2012)
PERMANECER

Cuando me vaya,

y ya no esté tamizado en las cosas,

y solo sea recuerdo en las palabras,

todo seguirá sucediendo,

allí,

de donde me fuí.

En le mismo lugar incierto,

en los jardines

con tres bancos viejos,

el mentiroso monumento,

y la hierba olvidad del cielo,

seguirán jugando lo niños

antes de que mueran sus sueñas.

La grán estación,

seguira vomitando adioses,

por su gran boca negra,

seguirá engullendo retornos

de ojos tan abiertos

que terminarán viendo el miedo.

En el gran Panteón,

su hierática cúpula,

seguirá tiñendo grises amaneceres

de pálidos tonos rojos,

y los ilustres esqueletos,

de quienes se creyeron ser todo,

seguirán desafiando el olvido

bajo sudarios de marmol

en el gran salón,

donde los pasos resuenan

en ecos de lo ignoto.

Las golonrinas

seguirán colgando sus nidos

sobre el repujado balcón,

donde cada atardecer

te buscaban mi ojos,

niña de miel en la mirada

y boca atrevida,

para recoger en mi corazón

esos besos que me lanzabas

con pícara sonrisa.

Cuando me vaya,

todo seguira sucediendo inmutable,

en donde estuve,

y me fuí,

porque el tiempo borra las huellas

de los pasos perdidos,

pero el recuerdo es el eco

que siempre ha permanecerá

mas allá del olvido.

Cuando me vaya,

seguiré siendo en ti,

porque el libro de la memoria

seguirá abierto

en cada uno de mis besos.

(José M. Huete García, Septiembre 2012)
GOTA DE LLUVIA

¡Qué contrasentido,

Qué irreverente para la razón!

Nace dulce la lluvia

De la negra ira de los cielos,

De un vientre iracundo

La fecunda vitalidad

Que anega los campos

Donde germina la espiga,

Donde madura la vida…

¡Qué inexplicable

El dulce sabor de los frutos,

Si nace de la ira!

¡Qué irreverente irracionalidad

Que la dulzura que nutre las vides,

Se haga río para morir en el mar,

Con el áspero sabor de la sal

Incrustado en su boca!

Y así voy muriendo

Golpe a golpe,

Día a día,

En esa ira del tiempo

Que me lleva

De la miel de tus labios

A la salina oquedad del olvido.

 

¡Apenas soy una gota de lluvia

En el eterno circulo de la vida!

(Jose M. Huete Garcia. Abril 2012)
SE FUEGO

Aunque los girasoles se queden ciegos

Y asome la muerte en sus ojos negros,

Aunque se seque el mar entero

Porque el calor de tu mirada

Evapore la sal de mis lágrimas,

Aunque La Luna ya no me acaricie

Porque se apague la luz en sus pupilas de plata…

Se el fuego que me consuma cada mañana,

Amanece por el costado de mi horizonte

Y abrásame hasta la más oculta de mis entrañas.

No tengas prisa, mi amor,

Tienes todo el día para caminarme,

Toda la noche para amarme,

No pares para descansar

Bajo sombras de lágrimas negras,

Y si haces una pausa

Deja que entonces sean mis labios

Los que saboreen sorbo a sorbo

Ese hierro derretido

Que sabe a miel en tu boca..

Siembra mis surcos sin miedo

Que aún quedan hojas verdes,

En la memoria de otras primaveras,

Cuida que la simiente esté pletórica de deseo,

Que las amapolas se tornan mustias

Si al trigo verde se le acaba

La húmeda pasión de la espiga

Que se tiende desinhibida

Para copular con amarillos soles.

Con la seda de tus cabellos,

Encierra mis contornos en un círculo mágico,

Llena tu mirada del brillo de las estrellas

Que no queden rincones

Donde se oculten las sombras.

Se la tea en mis noches

Y quémame en ella

Hasta que de mi pasión solo quede

El voluptuoso humo de un cigarrillo.

 

(José M. Huete García, Febrero 2011)
NOSTALGIA DE TI

Siento que mi alma se licúa

En gélidos cistales de lluvia

Cuando en la soledad de mi piel

Te anhela…

Y solo eres el vino que sobre la mesa

Se derrama, en la vaguedad

De un sueño imposible.

Quisiera tapar mi desnudez aterida

Con ese manto de estrellas lejanas

Donde tu eres la que mas brilla.

Quisiera escuchar la profundidad

De tus latidos, en esa caracola

Que abandonó el destino en mi playa.

Quisiera saberte surco abierto

Donde germine la simiente roja

De esta amapola que me enciende.

Mis noches se tejen de los delgados

Hilos de la nostalgia,

En ellos se sostiene,

Esta cúpula del templo

Donde en súplicas te venero,

Y en una oración callada

Tu ausencia recito

En un mantra de eternidades.

Y la oscuridad cubrirá

El silencio de mis sueños,

Hasta que el dolor supure,

Haga reventar.

Esa excrescencia del tiempo

Donde se refugia el recuerdo.

(José M. Huete, Mayo 2012)
APASIONADO

Dicen que los dioses están irritados,

que para amarte,

les gané la partida,

con un pleno de cinco ases,

en ese tablero infinito

donde el azar marca el destino.

Dicen que pequé contra el tiempo,

que con avraricia me apropié

de todos los instantes,

donde con cada uno de tus besos,

se escribe la pasión

verso a verso.

Dicen que pequé contra esa ley,

que despiadada delimita el espacio,

que en tu piel sacié mi gula,

y centimetro a centimetro.

fuí acortando la distancia,

hasta ese extasis de lo sublime,

que es la muerte que nos redime.

No haré contrición,

ni pagaré penitancia.

No hay culpa si el destino

se viste de Primavera,

si tu mirada es de hierba freca,

tus la labios amapolas,

y mi deseo en tus caderas

se hace enredadera.

¡Nunca podré negarte,

si antes no me niego a mi mismo!

Y no quiero...

(José M. Huete García, Septiembre 2010)
NO DIGAMOS ADIOS

Cuantas veces rogamos

que cayera la lluvia,

para sentir la vida

crecer en nuestras manos.

Que se desbordaran

las fuentes azules

para limpiar las lágrimas,

antes de que rodaran

hasta convertirse en barro.

Cuanto tiempo esperamos

que perlas irisadas,

fueran húmedo rocío

en nuestros labios,

que ya no tuvieran el sabor

de lo amargo,

Cuantas veces vimos nacer

la flor del cactus,

coronada de espinas,

abrirse los claveles

como rojas heridas,

cuando supuraban el impuro

tiempo de la despedida.

No diremos adiós,

que el dolor solo tenga

el color anaranjado del alba,

que no tome el tono granate.

que señala los bordes de la llaga.

No digamos adiós,

que entre el luto y el olvido.

aún caminaremos juntos

un largo recorrido,

con los zapatos apretendo

donde mas duele la nostalgia…

¡Justo en ese punto en que renace

el tiempo de la esperanza!

(José M. Huete García, Mayo 2012)